Una breve introducción
Nijna gaiden es una saga perteneciente a Tecmo que cuenta ya con una respetable edad, y un no menos respetable número de juegos lanzados… y también con más nombres, por que madre mía Tecmo que ganas de complicarse la vida.
El primer título de la saga, era un juego arcade que encajaría bien en el género del beat ‘em up. Titulado en Japón como “Ninja Ryūkenden” , Que vendría a significar algo así como ”La leyenda del Ninja de la espada del dragón”.
Contundente sin duda, pero claroTecmo pensó acertadamente que quizás fuese un nombre excesivamente complicado de pronunciar para los occidentales, y decidieron cambiar el nombre a “Ninja Gaiden” perfecto, un nombre con fuerza, gancho y fácilmente recordable, aunque su traducción en japonés sea algo desconcertante (Gaiden significa “Historia paralela” en japonés , bastante menos épico sin duda ), pero bueno, como en occidente no solíamos tener ni papa del idioma nipón y el título incluía la palabra de moda a finales de los 80 “Ninja” era una acertada decisión, un márketing inteligente sin duda… Que decidieron cambiar en Europa llamándolo “Shadow Warriors” todo correcto.
La recreativa apareció curiosamente primero en EE.UU ya que era el principal mercado al cual estaba dirigida, Europa en 1988 y porteriormente en Japón en 1989 acompañada además de la versión de NES que según la propia Tecmo fue desarrollada en paralelo a la recreativa.
Ambas versiones tenían grandes diferencias, compartiendo prácticamente solo el nombre, siendo el juego de NES era un plataformas de acción en contraposición al estilo más directo de la versión recreativa, pero ambas compartían algunas características comunes:
-Protagonista:
Aunque en la recreativa no estaba especificado como tal, todos decidimos que el prota era el mismo, Ryu Hayabusa
-Ninjas:
No hay que decir mucho más
-Dificultad de mil demonios del averno:
Pues sí, como si de la mente de la mosca mutante de Psycho fox hubiesen salido, ambos juegos eran ( y son) sin duda un desafío de los que cuestan sudores, y hacen en muchas ocasiones utilizar un lenguaje no del todo apropiado a los sufridos jugadores, que se verán fustigados por las injusticias jugables a las que se enfrentan
El caso es que pese a la dureza del reto (o puede que incluso debido a ella) Ninja Gaiden logró hacerse un hueco en el corazón de los jugadores y aunque a no llegó a ser una saga multitudinaria, gozó de la suficiente popularidad para que Tecmo siguiese apostando por ella.
Después de varias entregas para diversos sistemas de la época, entre los que se incluían PC-DOS, PC-Engine, Spectrum, Lynx o Game Gear (algunas de las cuales tenemos intención de revisar en el futuro) en 1991 le toca el turno a nuestra pequeña Game Boy, que ya por aquel entonces está pegando con enorme fuerza en todo el mundo.
Ryu monocromo:
Conocido en Japón como “ Ninja Ryūkenden GB: Matenrō Kessen” , en EE.UU como “Ninja Gaiden Shadow” y en Europa nuevamente como “Shadow Warriors” (¡Si! Habéis acertado, Europa no era precisamente el mercado en el que más se curraban el márketing algunas compañías) el juego desembarcó en Game boy en 1991 en Japón y EE.UU y 1992 en Europa.
Se trataba de un plataformas de acción al estilo de las entregas de NES, aunque levemente más inclinado hacia la acción que el de su hermana de sobremesa en mi opinión.
Dotado de una fabulosa banda sonora (en la que aparecen algunos de los mejores temas de NES, pero que contiene alguna composición original, como la de la segunda fase) .
El juego simplificaba las cosas con respecto a sus hermanos mayores, reduciendo los ítems a solo cuatro (dos pociones diferentes de salud, vida y magia) y eliminando todo el resto de mejoras a las que podía acceder Ryu.
Los recortes con respecto a NES no quedaban ahí, y el juego nos presentaba una dificultad muy inferior, llegando a resultar sencillo cuando le pillábamos el tranquillo al asunto.
Pese a contar con una épica introducción que lucía genial en la Game Boy, y que te dejaba listo para comenzar la aventura, las escenas intermedias y los complejos argumentos de los que disfrutábamos en NES brillan por su ausencia, limitándose el juego a una sucesión de fases sin intros ni apoyo alguno para la historia.
El trabajo en los escenarios era irregular, siendo el de la primera fase el más espectacular y bonito de todo el juego, con esa detallada ciudad y la luna llena de fondo.
Si bien nos encontraremos algunos escenarios interesantes más adelante (mención especial al fondo marino del principio del cuarto nivel) ninguno llega al nivel mostrado al principio.
Jugabilidad:
Como ya hemos comentado, el juego se inclina más hacia la acción que sus antecesores en NES, Ryu ya no puede engancharse a las paredes, y solo puede usar su gancho en techos y plataformas, de determinado tipo, aunque según avancemos irá siendo más importante su uso.
Ryu además solo va armado con una espada en esta ocasión, y por desgracia no podrá recoger armas, teniendo exclusivamente como extra una magia que recogerá en forma de ítems hasta un máximo de 5.
Ryu, responde perfectamente a los controles, permitiendo saltos precisos y que los ataques den donde tienen que dar.
Jefes:
Por supuesto ningún señor del mal que se precie puede intentar sojuzgar el mundo (o más bien EE.UU) sin ayuda de sus fieles esbirros y estos han de estar dirigidos por la élite del señor maligno, este axioma del día a día de los ninjas y estadounidenses se cumple a rajatabla en “Shadow Warriors”
Fase uno, “Spider” :
Esta suerte de mezcla entre Robocop, Spíderman y Predator (ahí es na) nos espera al acabar el primer nivel, se moverá por el techo a su antojo solamente para intentar saltar encima nuestro , avanzar hacia nosotros y permitir que le aticemos un rato, el sprite mola mucho, pero el pobre tiene menos peligro que una patata frita.
Fase dos: “Jack y Gregory”
Nos encontramos aquí a un gigante musculoso que vendrá acompañado por su minúsculo hermano, en una estampa que nos recuerda a los míticos personajes de Mad max 3 “Master Blaster” y “Blaster” aunque en esta ocasión nos enfrentaremos a los dos a la vez Jack se nos agarrará a la pierna entorpeciendo mucho nuestro movimiento, mientras Gregory nos atiza a placer, el uso de las dos plataformas que hay a nuestra disposición, será determinante para alzarnos con la victoria.
Fase tres: “El coronel Allen”
Después de recorrer la fase al rimo de la mítica «Unbreakable Determinatión” nos Esperará este sospechoso imitador de M.Bison, que usará su ametralladora para intentar acabar con nosotros mientras corre de un lado a otro de la pantalla.
El sabio uso del gancho para evitar sus ataques nos catapultará a la victoria
Fase cuatro: “Nobleman Whokisai “
Este siniestro esbirro flotará por los aires, mientras nos lanza estrellas Shuriken bajando solo para atacarnos con su afilado abanico supone un mayor desafío que todos los jefes anteriores (sin pasarnos) y nos prepara para el enfrentamiento final.
Quinta Fase: “ El emperador Wulf”
Por fín nos enfrentamos al poderoso señor maligno que la ha liado parda por enésima vez, después de sortear una subida en plataforma en la que seremos atosigados por rayos laser (y que deberemos completar cada vez que perdamos una vida contra Wulf) llegamos a los dominios de Wulf, que ha decidido poner fin a nuestras correrías a la vista de que sus secuaces no son capaces de detenernos.
En una primera forma, flotará por el aire mientras nos ataca con un rayo que irá hacia nosotros, bajando solamente para ser atizado un rato (quizás debería revisar esa doctrina que no termina de ser efectiva ni para el ni para sus secuaces…) cuando le hayamos dado unas cuantas veces se enfadará y se transformará en un poderoso robot que nos atacará intentando saltar sobre nosotros y lanzándonos tres proyectiles de fuego.
Tiene su aquel, y es el único jefe del juego que realmente representa algo de desafío (como no podía ser de otra manera tratándose del jefe del cotarro)
Conclusión:
Y hasta aquí llega Shadow Warriors, un juego que gráficamente honra a nuestra Game Boy, con una banda sonora deliciosa… Pero que por desgracia patina a la hora de presentarnos un desafío.
No me interpretéis mal, es un juego divertido que a mi personalmente me encanta, y que de niño me entretuvo mucho, pero al que se le hecha de menos haber tenido un poco más de dificultad.
No obstante pese a no suponer un desafío para un jugador habitual, el combo inicial de introducción sumado a la potente puesta en escena sonora y visual de la primera fase será capaz de retrotraer a más de uno a añejas épocas videojueguiles donde todo tenía mas magia.
Solo por esa porción de nostalgia y epicismo que el juego atesora en sus circuitos, merece la pena pararse un rato a disfrutar de nuestro amigo Ryu en blanco y negro. Todo un clásico.
Revisjuegos 